
Escribes, luego eres escritor
No hace muchos años se tenía la idea de que un escritor era aquella persona que escribía novelas, relatos, cuentos, microrrelatos, obras dramáticas, poemas… Es decir, se asociaba la palabra “escritor” con literatura y ficción. Ninguna de estas premisas es totalmente cierta, porque un escritor no tiene por qué dedicarse en exclusiva a la literatura o a la ficción, ya que puede, por ejemplo, contar una historia real o escribir un tratado sobre mecánica del automóvil. Se suele partir de la base de que un escritor es aquel que persigue una finalidad estética en el uso del lenguaje.